Helados, Repostería

Helado casero de dulce de leche

Helado casero de dulce de leche

Con esta sencilla receta vamos a preparar nuestro propio y artesano helado casero de dulce de leche, y no es necesario el uso de heladera, lo podemos hacer de manera tradicional si queremos.

Para la realización de nuestro helado de dulce de leche vamos a necesitar:

  • 1 lata de leche condensada de al menos 400 gr
  • 300 ml de nata líquida para montar
  • 100 ml de leche entera
  • Caramelo líquido opcional para decorar

En primer lugar, calentaremos al baño maría la lata de leche condensada sin abrir, poniéndola en una olla y casi cubriéndola de agua por completo. La mantendremos a fuego medio durante unos 90 minutos. Dejaremos enfriar antes de abrir.

En una nueva olla, añadiremos el contenido de la lata de leche condensada, que ahora tendrá un color tostado como el caramelo, y también añadiremos los 100 ml de leche entera. A fuego lento, removeremos durante unos minutos hasta que ambos ingredientes se hayan mezclado. Retiramos del fuego y dejamos enfriar.

A continuación montaremos la nata y añadiremos la mitad a la mezcla anterior, poco a poco, evitando que la nata se desmonte, lo haremos con movimientos envolventes. Podemos añadir sólo la mitad de la nata, para luego al servirla, acompañar la copa con el resto de la nata y crear un contraste de colores y sabores.

Para los que tengan heladera eléctrica, pueden añadirla a ella. Para los que no dispongan de heladera, guardamos en el congelador el helado durante una hora, después removeremos el helado para evitar la aparición de cristales de hielo y volveremos a introducir en el congelador. Repetiremos esta última operación un par de veces más.

Como ya hemos comentado, en la sugerencia de presentación, acompañaremos las copas con el resto de la nata montada, y colocaremos sobre ella un par de bolas de nuestro helado artesano de dulce de leche y adornaremos con caramelo y almendras o cualquier topping al gusto.

Recetas, Salsas

Receta salsa cuatro quesos

Receta de salsa de 4 quesos

Con esta sencilla receta, podremos acompañar todo tipo de platos, desde pastas hasta arroces, carnes o veduras. La receta de cuatro o cinco quesos es una receta muy tradicional de la cocina italiana, pero que goza de gran popularidad en todo el mundo. Los amantes de los quesos sabrán muy bien de lo que hablamos.

La receta se puede preparar de diferentes maneras, a gusto siempre del comensal, usando diferentes proporciones o tipos de quesos para acentuar el sabor de unos, y mermar el de otros. En esta ocasión explicaremos la base de la receta, y luego cada uno podrá añadir la cantidad que desee para darle importancia a algún queso en concreto.

Ingredientes:

  • Un brick  pequeño o mediano de nata líquida para cocinar, aproximadamente 125-250 ml.
  • 50 gr de queso roquefort
  • 50 gr de queso brie
  • 50 gr de queso de cabra
  • 50 gr de queso curado, semicurado, rallado, requesón, …. el cuarto queso lo elegiremos al gusto.
  • Harina (opcional, si nos gusta que la salsa quede más espesa)

La elaboración es rápida y sencilla, cortamos los quesos en pequeños trocitos, y los añadimos a un cazo junto a la nata líquida para cocinar. Cocinaremos a fuego lento, y no dejaremos de remover para evitar que la salsa se pegue en el fondo del cazo.

Si la salsa se nos queda muy líquida, siempre podemos añadir poco a poco harina hasta lograr el espesado deseado.

Sencillísimo, ¿verdad?

Helados, Recetas

Helado casero artesanal de mango

Helado casero de mango

Una de las mejores cosas que podemos hacer en verano, ¡es pasarnos el día comiendo helados! tenemos en los supermercados y grandes almacenes una gran variedad de helados de todo tipo y sabores y muchos más si visitamos heladerías artesanas especializados. Uno de mis sabores favoritos es el helado de mango, porque entre otras cosas, el mango a secas es mi fruta favorita.

Voy a compartir la receta del helado artesano casero de mango. Para su elaboración necesitaremos los siguientes ingredientes:

  • 250 gramos de mango fresco bien triturado
  • 250 ml de nata de montar con un contenido graso de un 30% aprox
  • 4 claras de huevo
  • 120 gramos de azúcar

Para su elaboración comenzaremos pelando los mangos y triturándolos muy bien, que no queden pedacitos.

Batimos las claras de huevo hasta que estén espumosas y vamos añadiendo a las claras el azúcar poco a poco.

Mezclamos bien la nata con el mango y esta mezcla la incorporamos a las claras de huevo montadas con cuidado, batiendo muy bien.

Introducimos esta mezcla en un recipiente en el congelador y cada hora, con una cuchara, vamos removiendo el contenido un poco hasta que la masa tenga la consistencia y textura deseada. Repetimos unas 3 o 4 veces.

En el caso de disponer de una heladera eléctrica dejaremos reposar la mezcla en la nevera durante al menos 4 horas y la incorporaremos en la heladera, dejándola que trabaje durante unos 40 minutos.

¿Y bien? ¿Qué os parece?

Pizzas, Recetas

Pizza de queso de cabra, rúcula y jamón serrano

Pizza de queso de cabra, rúcula y jamón serrano

Se acerca la noche, y una buena opción para cenar es preparar una sencilla receta de pizza que no nos llevará más de 20 minutos. En esta ocasión os traigo una pizza de queso de cabra, rúcula y jamón serrano, una delicia que sorprenderá por su combinación de sabores y su verde colorido.

Hay cientos de recetas para preparar la base de la pizza, la podemos preparar nosotros mismos o comprar alguna ya preparada lísta para empezar la receta. Si disponéis de tiempo podéis hacer vuestras propias masas del tamaño, la forma y el grosor que queráis. Hay algunas masas ya preparadas que tienen muy buena calidad y están frescas, lo que es muy recomendable.

En cualquier caso, hagamos la masa, o la compremos, pasaremos a preparar los ingredientes de la receta:

  • Base de pizza (a preparar o ya preparada)
  • Un rulo de queso de cabra
  • 50-60 ml de nata para cocinar
  • 3-4 nueces (opcional)
  • 200 gramos de hojas frescas de rúcula
  • Un par de lonchas de jamón serrano cortadas muy finas

Una vez ya dispongamos de la base de la pizza y todos los ingredientes, procedemos a precalentar el horno a temperatura máxima. Aprovechamos la mitad del queso de cabra para fundirlo con la nata de cocinar en una sartén a fuego lento hasta conseguir una preparación homogénea.

Dispondremos de la mezcla sobre la base de la pizza y añadiremos el resto de ingredientes, la rúcula fresca, el jamón serrano cortado en pequeñas tiras y rodajas finitas del resto del queso de cabra que habíamos guardado antes. En este momento, si queremos, podemos añadir tres o cuatro nueces en pedacitos pequeños, para darle un toque muy original y crujiente.

Una vez montada la pizza, procedemos a introducirla en el horno durante unos 20 minutos aproximadamente, o hasta que veamos que la masa empieza a tostarse.

En este caso no hemos usado tomate para la base, hemos preferido darle un toque más original con la nata; pero también podría prepararse con tomate como la receta tradicional de cualquier pizza. En ese caso podríamos añadir el tomate con albahaca en la base de la pizza, sustituyendo a la mezcla de nata de cocina y queso de cabra.